Esta semana traemos una nueva emoción: Inseguridad. Vimos en la sesión anterior la vergüenza. Cuando los demás saben que estás avergonzado, te provoca inseguridad.
La
útima emoción trabajada fue acertada por la mayoría. Les resultó fácil, aunque
no siempre eligieran la palabra correcta, pero se acercaban bastante con los
sentimientos expresados. Esta semana seguro que también aciertan.
La
inseguridad es una falta de confianza. Puede faltarnos confianza en nosotros
mismos o en los demás.
Imagina
que vas en un velero y el mar está muy agitado, si no crees que puedes nadar
bien, te sentirás muy inseguro. Si no te fías del capitán del barco, también.
¿Qué ocurre cuando te sientes
inseguro?
Cuando
sientes inseguridad, adoptas mecanismos para defenderte. Si no estás seguro de
tu capacidad para nadar, manotearás muchísimo (aunque no sea necesario). Si no
confías en ningún amigo querrás aislarte porque solo así te creerás a salvo.
La
inseguridad emocional puede darse en multitud de situaciones y contextos, pero
el elemento común es una sensación de malestar que se genera por la percepción
de que uno mismo es vulnerable.
Si
no confías en ti mismo y en tus posibilidades, puedes reaccionar de múltiples
maneras. Una forma muy típica es actuar con timidez o aislarte. Otra, que a
veces cuesta identificar en los demás, es actuar con arrogancia, superioridad o
agresividad para enmascarar lo que en realidad hay detrás, que es una enorme
inseguridad.
Las
personas inseguras no tienen confianza en su valía y en sus capacidades. No hay
que confundirlo con las personas que son conscientes de sus limitaciones y
defectos, pero que mantienen la confianza en sí mismos. La persona insegura no
tiene una imagen real ni positiva de sí misma.
Uno
de los grandes males de hoy en día, en la educación de los niños, es la
sobreprotección de los hijos, por muchos motivos, pero uno de ellos es
precisamente que esta sobreprotección provoca frecuentemente personas
inseguras, llenas de dudas y temores, influenciables a las críticas de los
demás e incapaces de tomar decisiones por sí mismos.
Hay
que diferenciar la inseguridad que se da en un momento o situación determinada
(como cuando te enfrentas a una situación nueva) o aquella que se manifiesta de
una forma casi constante, formando parte de nuestra personalidad.
La
inseguridad se da mucho entre los niños más perfeccionistas, que temen
equivocarse y decepcionar a los demás. Y también entre los niños más tímidos.
Potenciar su autoestima para que confíen más en sí mismos es un objetivo primordial. Por eso lo más importante es saber que
la inseguridad se puede superar:
- No tener miedo a los errores.
- Pensar en positivo.
Ser optimistas. No tirar la toalla. ¡Lo volvemos a intentar, no pasa nada!
- Analizar todo lo que hemos
conseguido. ¡Seguro que es una inyección de autoestima!
- Marcarnos pequeños objetivos, que
sean realistas. Pasito a pasito, lo importante es ir
avanzando.
- Hacer una lista de nuestras
cualidades. ¿Cuáles son nuestros puntos fuertes?
¿Qué se nos da bien? Seguro que muchas más cosas de las que pensamos.
-Valorarnos mucho más.
-Valorarnos mucho más.
-Un niño con autoestima alta es un
niño seguro de sí mismo, que se acepta tal y como es, que tiene relaciones sociales
saludables, que confía en sus emociones, que sabe valorar adecuadamente sus
capacidades, que es creativo, que puede afrontar las dificultades...
Clicad en la imagen para saber más sobre la celesta. |
Después
de hablar sobre la imagen y trabajar la definición y el concepto de la palabra
Inseguridad, estaremos preparados para cerrar los ojos y aproximarnos a la
emoción a través de la música, en este caso: La Danza del Hada de Azúcar,
una pieza mundialmente famosa que forma parte del ballet Cascanueces (op. 71,
n.º 14, Var. 2) de Piotr Ilich Chaikovski. Se interpreta después del Vals de
las flores durante el segundo acto, y es concebido como parte del solo de un pas de deux. La melodía la entona
principalmente la celesta, un
instrumento musical que se hizo conocido mundialmente por primera vez a través
de esta danza. La celesta es un
piano en el que los martillos percuten placas de metal, que produce un sonido
que recuerda a un glockenspiel (metalófono) y que se presenta como instrumento que marca la
melodía acompañado por la orquesta. Chaikovski describió este instrumento como
una combinación «entre un pequeño piano y un Glockenspiel, con un tono de
belleza divina». Para
el caso de que no se encuentre disponible un instrumento tal, Chaikovski
permite también la interpretación del solo de celesta con un piano común.
Terminaremos
con un videocuento: Peter Pan, un cuento que habla de inseguridad. Con este cuento
los peques descubrirán la verdadera historia de Peter Pan, un joven que vivía
en el País de Nunca Jamás con su fiel amiga Campanilla y con el resto de Niños
Perdidos, que como Peter Pan no querían hacerse mayores nunca.
El
miedo a crecer de Peter Pan es un reflejo de inseguridad. La inseguridad transmite
a los niños muchas emociones. En este caso el miedo a crecer, a aprender cosas
nuevas y dejar atrás muchas otras.
Peter
Pan nos enseña la importancia de la infancia y cómo vencer la inseguridad: con el ingenio, la valentía, la bondad y la inteligencia.
Al
finalizar el cuento, elaboramos una tarjeta sobre la Inseguridad, que formará
parte de nuestro propio diccionario de las emociones.
¡Esperamos
que os guste!
PETER PAN EN PDF |
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