*Este fin de semana Pupi se ha venido conmigo al pueblo y le he enseñado un montón de cosas. En el pueblo, “El Rebollar”, mi abuelo quería hacer morcillas y le he enseñado a Pupi con la ayuda de mis tíos como se cuece el calabazo y las patatas, luego nos hemos montado en el tractor y nos hemos llevado todas las cosas al garaje de mi abuelo, donde al día siguiente se harían las morcillas. ¡¡¡Ha sido muy interesante!!! Por la tarde me fui al campo y le enseñe a Pupi a sembrar cerezos. Me ayudaron mi hermano Pablo y mi amigo Álvaro (bueno y mi padre también un poco). Hicimos un buen agujero muy muy grande en el suelo, con la azada (en el pueblo la llaman “Zacha”), pesaba muchísimo, pero poco a poco conseguimos hacerlo. Luego pusimos el cerezo y por último lo llenamos otra vez de tierra, esa tarde sembramos dos cerezos. Si al final no se secan, podré acordarme de Pupi cada vez que los vea. Después llevé a Pupi a coger naranjas, el naranjo todavía es pequeño, así es que me fue muy fácil cogerlas. Las naranjas estaban buenísimas y eso que no es la fruta que más me gusta, pero esas estaban muy ricas. Al día siguiente, ya en Cáceres, Pupi y yo nos sentamos al lado de la chimenea y leímos el cuento de “El soldadito de Plomo”.*Nos ha encantado, Rubén, ha sido una bonita experiencia que ni Pupi ni tú olvidaréis.
¡MUY BIEN, RUBÉN! :))
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